Os compartimos la experiencia de Job-shadowing en el Conservatorio de Música de Funchal (Madeira) de la profesora de oboe Patricia López Hidalgo, que nos lo cuenta así:
La visita al Conservatorio de las Artes de Madeira ha sido muy satisfactoria, habiéndome permitido no solo conocer el centro y sus prácticas educativas sino disfrutar el ambiente y la vida cultural de Funchal.
En el centro se imparten enseñanzas oficiales y enseñanzas no oficiales que pueden cursarse desde el nacimiento. Los estudios oficiales más similares a los nuestros constan del curso básico (5 cursos académicos, desde los 10 años de edad) y del curso profesional (3 cursos académicos). Sin embargo, gran parte del alumnado hace previamente el curso de iniciación (desde los 6 años), con el que se inician en el lenguaje musical y conocen y experimentan con los diferentes instrumentos, lo que les ayuda a decidirse por uno de ellos cuando lo desean.
Asistir a clases de iniciación y a clases individuales de diferentes niveles de oboe, mi especialidad, me ayudó a conocer metodologías y la realidad educativa en los diferentes cursos e itinerarios. Me llamó la atención que en el curso profesional la parte práctica tiene mucho peso: hay varias horas semanales individuales de instrumento, horas de clase conjunta con alumnado del mismo instrumento y horas para la organización y realización de recitales y proyectos, facilitando así la adquisición de competencias para tocar en diferentes contextos.
También es interesante que al finalizar el curso profesional se obtiene un certificado similar al de la formación profesional en España, una habilitación profesional con la que también se puede acceder a carreras de humanidades. El alumnado puede optar por realizar estas enseñanzas mediante otra vía con menos parte práctica con la que obtiene la titulación pero no dicho certificado.
Aparte de la modalidad de instrumentista, en el curso profesional existe la de instrumentista de jazz, danza contemporánea, teatro y técnico de multimedia y de animación. Esto, sumado a la variedad de opciones para estudiar cada instrumento o disciplina, supone numerosas oportunidades para formarse en el ámbito artístico. Además, me pareció muy enriquecedor que los aprendizajes de las diferentes ramas se coordinan continuamente. Por ejemplo, asistí a clases de agrupaciones instrumentales y vocales en las que alumnado especializado en música clásica también tenía contacto con la música de jazz, y viceversa.
Este carácter integrador también se percibe en las actividades organizadas por el centro. Disfruté de varios recitales instrumentales y de una recreación de baile renacentista en el llamativo palacio de San Lorenzo en la que aparte de alumnado de interpretación instrumental y de danza, participaba alumnado de teatro con pequeñas representaciones entre las actuaciones musicales.
Por otro lado, conocí mejor la isla y su vida cultural asistiendo a actividades externas al conservatorio. Mi estancia coincidió con la Fiesta de la Flor, una de las celebraciones importantes de Madeira, y aparte de la decoración especial de la ciudad había una amplia oferta cultural. Pude observar cómo los instrumentos tradicionales que se pueden estudiar en el conservatorio (como el madeirense rajão), también se emplean en diversas actuaciones que dan importancia al folclore. Por otro lado, me llamó la atención que en el concierto que la Orquesta Clásica de Madeira ofrecía esos días, además de los docentes que forman parte de la misma participaron estudiantes del conservatorio.
En cuanto a los servicios del centro, me pareció muy importante la figura del psicólogo para tratar necesidades individuales y temas de interés general como el miedo escénico. De la reunión que tuve con él destacaría que enfocaba su labor principalmente a la prevención y a la atención a la diversidad, proporcionando formación al profesorado y contribuyendo a tomar decisiones sobre las acciones del conservatorio.
Finalmente, cabe destacar el trato y la implicación del profesorado y el personal del centro, que han ayudado a que la experiencia haya sido muy agradable y enriquecedora. Espero que el resto de profesorado y comunidad educativa de nuestro centro también pueda beneficiarse y obtener ideas de esta experiencia para aplicar en la práctica docente o en la vida diaria.